lunes, 5 de mayo de 2008

Perpetuum mobile

Ajeno a cualquier interpretación, a cualquier profecía. Pensador libre, garantía de conformidad.
Un filósofo acorde a su tiempo. Pobre en riquezas, rico en conocimientos.
Subyace en el más recóndito escondrijo de tu corazón.
Subyace en el más recóndito escondrijo de nuestros corazones.
Oculto por lo cotidiano, escondido por la dejadez y la pasividad continua de los días.
Algo que la humanidad posee y que desconoce, algo que algunos individuos aprovechan.
El saber como garantía de vida intensa, la vida como garantía para aprender con fecha de caducidad.
Minutos gloriosos, días nefastos, tiempo apreciado.
Reconozco un perpetuum mobile que Foucault pudiera haber cazado y domado.
Así pues, las reflexiones se suceden, se repiten, generación tras generación.
Exactas e idénticas, mínimos matices las diferencian, pero son pensamientos comunes.
Algunos por ello se convierten en filósofos y el resto, como tú, se mantiene como vividores anónimos.



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