lunes, 12 de mayo de 2008

Medidas

Con reglas en los ojos, compases en los dedos, cartabones en las muñecas. Todo se medía a fin de que no se perdiera. Anotar todos los datos en el Gran Libro de Recolección de Medidas, por si algún día algo ya no estaba y se quería recuperar, para dejarlo tal y como estaba. El Gran Mandatario, desde los tiempos antiguos, así lo había dispuesto. Era pues, no una costumbre, sino un deber y un honor para el Gran Medidor, realizar dicha labor. La idea, como ya dije, era restablecer cualquier cosa que se hubiera deteriorado o perdido.
Sin embargo, el Gran Medidor aquel día no lo tuvo tan claro. Se hallaba paseando en mitad de la nada, donde nada ni nadie existe. Al principio pensaba en cómo podría medir la nada, por si aquella zona desaparecía (poco probable porque no era nada), restituirla. En esto se dio cuenta que no podía medir aquella vasta extensión, no había por dónde cogerla. Era como pretender asir el agua a pellizcos, como pretender saber en qué piensas ahora. Si él estaba allí y no había nada, cómo era posible estar allí, cómo era posible que fuera el Gran Medidor en un lugar donde no podía medir. Si esto era así, llamarse medidor era como llamarse nada. Su trabajo aquí no tendría sentido. Sin embargo, esto dejó de preocuparle cuando se dio cuenta que lo más importante no era la nada, era el nadie. Y se dio cuenta de algo, quizá tan obvio que daba miedo reconocerlo, nunca había medido a alguien, y los seres vivos también desaparecen. Sin un alguien no existe un algo. Luego alguien es más importante que el algo. Y todos los días se perdía a alguien y no se recuperaba. Él mismo desaparecería y todo daría igual, sería nada y un nuevo alguien sería el Gran Medidor. Pero lo más importante, no podría recuperar aquellos que le rodeaban y que le admiraban por su labor y, sobre todo, aquellos a quienes amaba (en toda la extensión y variantes del concepto).
Se despertó. La nada había dejado de existir y ahora ya no había un todo, era un algo. No diría nada a nadie, seguiría con las medidas, pero ya nada sería igual.

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