"El mundo prodigioso que tengo en la cabeza. Pero, ¿cómo liberarlo y liberarme sin destrozarme? Y sin embargo, preferiría mil veces destrozarme antes que retenerme”.
miércoles, 25 de febrero de 2009
Malas condiciones
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De un tiempo a esta parte todo había cambiado, quiero decir, que las dentaduras ya no estaban en el estante de arriba, ni los pies en el de abajo, ni los riñones en sus cajas verdes, ni los pulmones en los azules, ni los cerebelos en los botes amarillos, ni los pellejos en los baúles.
El sempiterno bedel se había jubilado y el imberbe aprendiz todavía usaba las mangas de su bata grisácea para retirarse, de modo rudimentario, casi jocoso, las molestas secreciones nasales.
Así no se podía trabajar, se quejaba el usuario del mal llamado (demasiado ostentoso) laboratorio, entendiéndose como tal, un cubículo de no más de 5 x 5 m, sin ventanas y sin esquinas, de paredes no incoloras pero sí de un color indefinible, frío, mal oliente, húmedo y angustioso.
En esas condiciones, cualquiera fabricaba un hombre medio decente...
Cose que te cose xxxxxxxx.......................xxxxxxxxxx..................xxxxxx
viernes, 20 de febrero de 2009
Sirenas kafkianas, dextrocardias o los piratas del alma
porque las sirenas, cansadas de ser consideradas como entes místicos, traidoras y seductoras de nobles marineros, se rebelaron contra ellos. Pues ni eran nobles, ni eran marineros, sino piratas de dudosa moral con corazones disfuncionantes, bradicárdicos y ectópicos, de aquellos que solían decir en sucias y oscuras tabernas baratas "llegué, ví, vencí y arrasé", con mujeres amauróticas en cada puerto que esperaban la llegada de sus valientes farsantes con sus relucientes espadas en los cinchos dispuestas manchadas de vacuas palabras en exceso rebuscadas, ladrones de guante blanco sobrevalorados, saqueadores de espíritus y prestidigitadores de la oratoria escrita.
Porque las sirenas, cansadas del castigo que les había sido impuesto, el de condenar al olvido a aquellos maleantes mediante seducciones que no les reportaba nada a las susodichas, tomaron una drástica actitud, mantengo, en virtud de las disposiciones sindicales de la época, el cese inmediato de dichas actividades disuasorias de la llegada a la meta; que arribaran pronto, por favor, a su destino final. Ni querían ser como la miel a los cerdos, ni como las margaritas a las abejas.
Y las sirenas se callaron, porque para lo que había para ver y oir... Así, que quienes les esperaban en los puertos cargaran con semejantes individuos, ellas ya tenían bastante en mantener sus escamas húmedas y sus cabellos secos.
Esta podría ser la banda sonora que quedaría bien...
pero ésta es la que queda fetén
jueves, 19 de febrero de 2009
Bossa nova para los que duermen con la conciencia tranquila
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......................Se reunían en el club los martes por la noche, cuando ya era demasiado tarde para el resto de la gente, gente corriente. A altas horas de la noche, en un día, por laborable, prohibido, pecaminoso. Por eso, se sentían superiores.
Y mientras, de fondo, tocaba la misma banda, una música para mantenerles despiertos. Porque estar despiertos era lo que les diferenciaba de los que ya dormían, que no eran más que esclavos de sus obligaciones.
Y de fondo sonaba.............
...............................................bossa nova para los que duermen con la conciencia tranquila
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martes, 17 de febrero de 2009
Hermano
Fíjate, y ahí está, qué jóvenes éramos entonces, yo con uniforme, tú recién nacido...
El tiempo pasa, hermano, tanto que me doblas en altura, aunque nos seguimos peleando como siempre (si no, no seríamos buenos hermanos).
Sabes, hermano que no me despido con besos, porque me pringas toda la cara, porque sabes que te quiero aunque a veces no nos comprendamos, porque te gusta que te haga los deberes mientras hurgas en mi habitación.
Porque a tí te gusta esta canción y porque hoy me he acordado de ella.
Porque sabes que te quiero, en el fondo, aunque te deje para tí las celebraciones "familiares".
PD: Ca'u panye...
NTdA1: Cadascú que s'apanye...
NTdA2 de la NTdA1: Cada uno que se apañe...
lunes, 16 de febrero de 2009
SALVAR LA CABEZA. Decapitaciones, reanimaciones y transplantes de cabeza
Un experimento muy similar estuv a punto de llevarse a cabo en París, en 1795."
pág 217.
Fiambres. La fascinante vida de los cadáveres.
Mary Roach.
domingo, 15 de febrero de 2009
Pálido / Hikikomori
sábado, 14 de febrero de 2009
Inicios
Es curioso cómo empiezan las historias, me refiero, la primera frase de cualquier libro. Al final, de tantos inicios que se han escrito, cualquier principio puede recordar a otro que ya se ha leído. Incluso, cuando quieres empezar una historia, te da la sensación de que alguien ya inventó esa frase y que sólo estás plagiando, de manera subconsciente, a otro más original que tú. Cierto es que la portada o el título sirven para llamar la atención, pero si la primera frase no te cautiva, el ejemplar que queda entre tus mano más bien puede ser ninguneado y denigrado hasta el punto de que con suerte, quizás llegue de nuevo a su posición original o escondido entre sus congéneres para apartarlo de la vista.
A veces se prefiere un arranque sencillo, tal que un monosílabo. A veces una oración simple. Otras, un texto infinito.
Prosa a parte, da igual, pues a la primera entrada se le da tanta importancia que la historia parece que queda relegada a un segundo plano y muchos autores se quedan en blanco, varados, buscando una sentencia como no se haya escrito igual. Si se quiere, sería como una especie de perfeccionamiento para alcanzar el éxito.
Sin embargo, antes de empezar seriamente con un libro, me gusta leer la última frase, cuando el autor ya está exhausto de tanta palabrería, donde, por una parte, se comprueba si es o no un buen escritor y, por otra, te estimula para leerlo y averiguar qué sucede entre la primera y la última palabra, es decir, atender a la historia, que es quien debería tener protagonismo.
Una curiosidad, nada más.
PD: y después de leer la última frase quizás alguien haya sentido el impulso de mirar este texto de manera aséptica y leer la primera frase y tras ello la última, y se habrá percatado que la segunda palabra de ambas son, permítaseme la licencia, que hoy voy de azul, la misma.
Y es que suceden dos cosas:
a) la vida es circular
y
b) la que escribe no sabe escribir y su vocabulario mengua exponencialmente con el paso de los días.
jueves, 12 de febrero de 2009
domingo, 8 de febrero de 2009
jueves, 5 de febrero de 2009
Surrealismo
No hay nada mejor que el surrealismo para darse cuenta que lo absurdo mueve el mundo.
martes, 3 de febrero de 2009
On/Off o el molesto standby
Aprendieron sobre electricidad, pero no a programar, por lo que, en ese estado, la opción de reset no está contemplada.
En fin, un plan maestro con fallos, propio de un colegial irresponsable que no revisa su trabajo y lo entrega en el último momento.
domingo, 1 de febrero de 2009
El espejo
La habitación ahora reposa tranquila, sin más vida que los muebles que la habitan, y la escasa luz que le llega proviene de las mallorquinas que cierran el balcón, situado justo enfrente del espejo.
Me preocupo, en estas condiciones, por el espejo, ahora que no tiene qué reflejar. Tal vez los espejos tengan algo monstruoso, por su mala costumbre de duplicar o crear universos paralelos, pero, convendrás conmigo, un espejo sin reflejo es tan triste como un cuerpo sin alma, como un cirujano sin ego, como una mancha en una pared blanca.