Ya hay amaneceres y puestas de sol.
Ya hay cielo nocturno con festival estelar cuasi perpetuo.
Ya hay vida.
Desapareció la sensación de asfixia.
Una pequeña pausa sin zorros ni corderos de corte manso y de espíritu viperino.
Sólo el azul del cielo y del agua dulce, clorada o no.
Sin mástiles, ni cabos.
Por un momento.
Y sin embargo siento una pequeña desazón, como si me hubiera dejado algo, como si te hubiera dejado.
4 comentarios:
También ha llegado el verano para ti, veo. Disfrútalo. Y no mires atrás. Siempre digo que, en realidad, el año empieza en septiembre y no en enero. Borrón y cuenta nueva, que el mar se lleve lo que no merecía quedarse.
Como dice una canción de Mikel Erentxun: "cuando mi contestador esté vacío de gente que no me amó"... Pues eso: hay pérdidas que en realidad son ganancias, aunque cueste darse cuenta.
Me gustaría conocer tu historia, algún día ;P
besos y buen verano
Imaginación al poder...
No hay mucha historia, quizás esta piscis de secano utiliza demasiados recursos estilísticos ;).
Q descanses.
Ha sido un invierno duro. Lo malo es que cada vez son peores.
Tendremos que buscar como sacudirmos el tópico y disfrutar del frío y de la lluvia, ya que nos depara momentos maravillosos que tenemos que hacer inolvidables.
En cualquier caso, bienvenido sea el verano y a dejarse llevar...
Todos tenemos una historia, Ignacio
Me da la sensación, Ignacio, que ya ni hay primavera ni otoño, directo del invierno al verano y viceversa. No da tiempo a aclimatarse. Hace dos semanas llevaba una chaquetita de lana y paraguas y ahora faldita y chanclas. El mundo está loco, loco, loco...
A disfrutar como se pueda de los 40º.
PD: todos tenemos una historia, si no, qué aburrida sería la vida.
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