miércoles, 4 de junio de 2008

Reflexiones

Miro atrás y no veo ni rastro del pasado que me persigue continuamente.
Miro hacia adelante y no veo las trazas de aquello que intuyo podría ocurrir.
Miro el presente estancado entre los dos.

Ayer no era peor de lo que soy hoy y hoy no soy peor que mañana.
Hoy no soy mejor que mañana y ayer no era mejor de lo que soy hoy.

Pienso, luego existo. Vale.

Pero, ¿lo que pienso vale la pena pensarlo? Según lo que pienso, ¿mi existencia será mejor o peor?
Quisiera dejar de pensar, sin necesariamente dejar de existir. Existir lo justo para vivir. No pensar en banalidades recurrentes. No quiero ser un magnífico pensador, nunca lo pretendí. No quiero descubrir(les) nuevas tendencias filosóficas (a ustedes). Dejadme disfrutar del concierto sin destriparme las notas ni los fallos. Que suenen los instrumentos en directo. Prometo escuchar y no analizar, sólo disfrutar del momento. Aunque sólo sea un instante. No me destripéis los libros ni analicéis su sintaxis. Prometo leer y no ver segundas intenciones, sólo disfrutar de las palabras.
No quiero darme cuenta de que pasé mi tiempo sin disfrutar una parte de él.

Y sin embargo, no puedo dejar de pensar.

3 comentarios:

__ dijo...

Tus reflexiones llevan varios días rondándome.

El presente es duro porque se escapa, pero esos instantes de música, de lectura, de amistad o de amor son capaces de secuestrarlo y nos permiten exigir un rescate a la Vida; para enseñarle que no es tan cruel como se nos presenta, que es vulnerable y que somos capaces de disfrutarla para que siga viva.

Reflexiono tus reflexiones, Ignacio

eldiaridekafka dijo...

Ahora soy yo la que debe reflexionar tus reflexiones.

No sé si a tí te pasa, Ignacio, pero cada vez que escribo un post y lo releo unos días más tarde, siento como si lo hubiese escrito otra persona.

Y es que el presente de hoy es diferente del de mañana.

__ dijo...

A mi no me pasa, pero es que soy un poco más mayorcito y puede que tenga el coco más estático o me conozca mejor.

Recientemente repasé mi Blog y seguía conforme con todas la entradas, sin que ninguna me llamara la atención.

Mi presente, por desgracia, es muy parecido al de mañana y al de ayer. Ya quisiera que fuera muy distinto, seguro que la culpa es mía.

Me gusta mucho leerte y disfruta de tu variedad, Ignacio