domingo, 15 de junio de 2008

Pino / Observación

A través de la misma ventana que los pasados días me permitía contemplar cómo gotas de agua caían desde el cielo para estrellarse contra el suelo, hoy puedo sentir, al abrirla y ver un día radiante, un olor a pino veraniego que se acentúa tras haber sido remozados no hace mucho.
Un día pre-estival. Domingo.
Ya lo echaba de menos (ho trobava a faltar).
Y dentro de nada a rehacer las maletas (!).

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Parecía casi un instante.
Quizá duró más que eso.
No lo sé.
Algo que pareció fugaz.
No dio tiempo a asimilarlo.
Aparecías de manera sigilosa, como observándome, como si tus ojos quisieran traspasar la materia orgánica e introducirse en mis sinapsis.
Como si fueras un rastreador de pensamientos.
En varias ocasiones.
Estudiando mi forma de actuar.
Sin importarte si me daba cuenta.
Como un espía de la KGB, como quien no quiere la cosa.
Escuchando sin mirar.
Mirar de frente sin decir nada.

Sin interacción.


Así pues, no interactúo.


"ahora sé
que el estar acompañado es caminar sin nadie
que cuando alguien va a tu lado es no tener a nadie
ahora sé"

2 comentarios:

__ dijo...

Del día absurdo al día de luz y de esperanzas.

Caminas por tu diari pero siempre estás acompañada y echamos de menos tus interacciones.

Cuéntanos como es la vida en la bahía, en la isla, en el mar, a los que no tenemos brisas, ni vemos la luna rielar, ni hay pinos que no embriaguen...

Cuéntanos... que lo necesitamos.

Besos, Ignacio

eldiaridekafka dijo...

Trato hecho, a la próxima.

Saludos desde mi absurda guardia.