"El mundo prodigioso que tengo en la cabeza. Pero, ¿cómo liberarlo y liberarme sin destrozarme? Y sin embargo, preferiría mil veces destrozarme antes que retenerme”.
lunes, 10 de noviembre de 2008
Ventanal o la calle fría
Ahora, con el ventanal abierto por (¿o a?) causa de un ser muerto (o parte) en el frigorífico, historia que no viene al caso, pero que se da el hecho circunstancial de que es tristemente verídico, una muerte en vano, repito pues, ahora, con el ventanal abierto, me doy cuenta que me mimetizo con el ruido exterior, que ya me es ajeno, en la calle de la emesis y los cristales rotos y verdes en el suelo, de las angostas aceras y la miscelánea cultura, donde la foránea lengua madre es una excusa más para la ridiculez, también conocida como politiqueo.
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2 comentarios:
Lo importante es estar en las calles, a pesar de que algunas no lo merezcan, y absorber todo tipo de culturas... la politica sólo debe entrar en nuestras vidas una vez cada cuatro años.
Todas las muertes son en vano, no conozco ninguna más importante que otra...
Besos de aire libre, Ignacio
Con lo bien que se estaba en mi calle...
Saludos tardíos.
PD: cuando estaba en mi calle, la descomposición de la materia orgánica en la nevera era bastante infrecuente.
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