jueves, 19 de febrero de 2009

Bossa nova para los que duermen con la conciencia tranquila

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......................Se reunían en el club los martes por la noche, cuando ya era demasiado tarde para el resto de la gente, gente corriente. A altas horas de la noche, en un día, por laborable, prohibido, pecaminoso. Por eso, se sentían superiores.
Y mientras, de fondo, tocaba la misma banda, una música para mantenerles despiertos. Porque estar despiertos era lo que les diferenciaba de los que ya dormían, que no eran más que esclavos de sus obligaciones.
Y de fondo sonaba.............

...............................................bossa nova para los que duermen con la conciencia tranquila
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3 comentarios:

__ dijo...

No me importa ser esclavo de las obligaciones que me impongo, hay rutinas buscadas que son la sal de la vida.

Besos, Ignacio

eldiaridekafka dijo...

Coincido contigo en que algunas obligaciones son necesarias para seguir adelante, si no, tanto desparrame sería mentalment perjudicial. Vendría a ser como aquella afirmación que dice que la felicidad eterna no puede existir, porque si no, nos aburriríamos.

Besos

eldiaridekafka dijo...

Un ejemplo mejor, en lugar de algo tan bucólico como el concepto de la felicidad, sería tal vez el de la limpieza (nos guste o no).

Odiemos el mocho, el plumero o el tenn (bueno, éste si viene con un mayordomo, no; aunque veo aquí claros indicios de estafa fraudulenta, porque siempre me toca a mí fregar el suelo y nunca aparece nadie vestido para la ocasión ni al abrir el tapón o retirar la etiqueta) o no, hay que cumplir...¿verdad?