domingo, 29 de marzo de 2009

Igual te has fijado o puede que sólo sean imaginaciones mías, pero a veces tienen lugar sucesos que no están previstos, quiero decir, situaciones deseadas o no, que se dan sin previo aviso pero que parece que estuvieran predeterminadas para tener lugar. Como si en unas coordenadas concretas y en un tiempo exacto y favorable, algo tuviera que suceder porque sí.

Borra todo lo que dije. Es inexacto. A lo que me refiero es que, como en una matriz, un lienzo cuadrado, plano y estable, en un espacio indeterminadamente determinado, dos puntos inmóviles y fijos situados en sendas esquinas, opuestas entre sí, nunca llegarán a tocarse. Sin embargo, si desestabilizamos este sistema y añadimos una variante, pongamos por caso, un pliegue central, las esquinas, obligadas a mutar de posición, se desplazan con tendencia al acercamiento entre ellas, de tal modo, que cuanto más pronunciado sea ese pliegue central, la proximidad entre los puntos es más factible, a pesar de que se encuentren en los extremos y tiendan al movimiento nulo. Además, lo que puede ocurrir es que si, inicialmente estos puntos se hallaban tan lejanos el uno del otro, asemejaría que se encontraran en tiempos distintos a pesar de estar en el mismo plano. Pero una vez más, si se acercan, el tiempo entre estos dos irritantes e inmóviles puntos, parecería que se acorta, de manera que se podría decir que compartirían el mismo presente.

Pero no me hagas caso, no es eso lo que realmente quería escribir, se lo dejo a Hawkins y sus colegas físicos.

Así que lo dejamos para otro día, porque las ideas se confunden y se mezclan.

Sin embargo me da pena, porque sé que te preguntarás, ¿y a qué viene todo esto? Bueno, es una buena pregunta, seré condescendiente.

Quizás viene por las coincidencias, por la sensación de vivir un paso por detrás tuyo (o quizás dos o tres o más). Era como si ayer, en un determinado espacio, te pudiese encontrar sólo con abrir los ojos y desear que estuvieras allí. Como si de repente nuestros tiempos y espacios fuesen los mismos. Porque cometí una estupidez, cómo no, leerte en las palabras de otro. Y sentí cómo leías para tí las palabras de ese otro, como si fuera un eco distante, como si fueran las radiaciones fósiles de un posible bigbang. Acentué las palabras que acentuaste, tal vez. Era como rehacer tus pasos tiempo después, la recreación de otra dimensión. Y me dolió y me dio rabia. Como si tú fueses un Reeves y yo una Bullock, mejorando lo presente. Y pensar esto aún me enervó más. Porque la idea era buena, pero al guión le pudo el azúcar. Porque no es una realidad, sino una quimera.

4 comentarios:

__ dijo...

Nunca entiendo lo de vivir un paso por detrás, ni lo entiendo ni lo acepto.

Nadie sabe la dirección de la vida, nadie sabe quien va por delante, nadie va por detrás y hasta lo de los últimos serán los primeros es aplicable.

Me gusta todo lo que dices y aunque me cuesta entenderte, me esmero y lo consigo, y entonces brotan una gracias para ti.

Besos, Ignacio

ETDN dijo...

Las reglas del azar no saben de instrucciones. ¿Por qué empeñarse en buscarle razones a todo? Quizá haya misterios inexplicables que no deberían explicarse nunca.

¿Quién sigue a quién? A lo mejor sólo hay círculos y somos serpientes que se muerden la cola.

A veces es mejor sólo lo que se intuye o se imagina, aunque no tenga que ver con lo real, aunque sea mentira.

Pero a veces la realidad nos contradice y hasta la felicidad es posible.

En el último mes me han pasado cosas que me están empujando a dejar de ser escéptica. A volver a creer en la magia, el azar, la felicidad y hasta el amor.

Cuidate, ¡y no vuelvas a quitar la posibilidad de comentar!

bss

(en este estado, ya me da igual que la primavera se haya vuelto invierno)

eldiaridekafka dijo...

Afortunada eres, ETDN, que, a mí, este resistente invierno me afecta, mermando mi fisiología...

Coincido contigo con respecto a la vida circular, el eterno perpetum mobile.

CG, a veces no es necesario entender, no todo tiene un por qué.
Ocasionalmente las palabras, palabras son y ahí se quedan. Me alegra que te guste esta concatenación de palabras, que me vienen a la mente y salen solas. Sin embargo, me entristece que digas que te cuesta entenderme; algo falla, pues. Quizás es que soy muy enrevesada a la hora de escribir (como hablo poco...).
Menos mal que no me gano la vida con esto, ni hablando ni escribiendo...

Por cierto, pregunta al aire: oí una cuña radiofónica en la que se presentaba a una ex-modelo como escritora por escribir una autobiografía (?). Y ahí veine la pregunta: ¿por escribir un libro ya se es escritor?

Un abrazo para los dos.

PD: Ignacio, no me siento la Bullock, por suerte (mi nariz es más mona).

ETDN dijo...

Me has tocado la fibra, a mi, que me siento escritora aunque no haya publicado nada aún.

Una cosa es la literatura y otra el mercado editorial. Las editoriales son empresas y buscan productos que se vendan. Pocas excepciones hay, me temo.

Y en el caso de esos libros escritos por famosos, ni siquiera los escriben ellos, hay "negros" (así se llama en el argot editorial) que se dedican a ello.

En fin. No sigo con el tema, que sólo sopnsigue cabrearme y deprimirme a partes iguales. Yo llevo tres meses moviendo una novela y nadie contesta.

bss