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A un médico
Yacen de un home en esta piedra dura
el cuerpo yermo y las cenizas frías:
médico fue, cuchillo de natura,
causa de todas las riquezas mías.
Y ahora cierro en honda sepultura
los miembros que rigió por largos días;
y aun con ser Muerte yo, no se la diera,
si dél para matarle no aprendiera.
Francisco de Quevedo.
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o falacia del hombre paja...
6 comentarios:
¿Y por qué no podemos comentar tu última entrada?
¿Y por qué metiste la pata hasta el fondo?
¿Y por qué ¿verdad?, para quién?
Besos, Ignacio (otro sin bando).
Hombre, bienvenido!!!!!
Primero, un beso.
Segundo, no se puede comentar porque no, quiero decir, que se trataba sólo de divagaciones mentales, cosas que se piensan pero que no se dicen.
Finalmente, siempre por la tangente, otro beso, caballero.
(Que no, que no, que no hay mensaje oculto)
Da gusto venir a verte, siempre salgo feliz de tu casa.
Un beso, Ignacio
La media semana perfecta salvo por la guardia y por la hermosa bahía que tapa otro tesoro.
¿No nos dejas escribir más en las nuevas entradas? Este post va a batir records de comentarios....
Otro beso, Ignacio
Hola, te escribo aquí porque no sé qué pasa, que en los últimos posts ya no se puede comentar...¿has quitado esta posibilidad por algo? Sólo sale un enlace, pero no los comentarios.
Entre eso, la retirada de Ignacio y mi falta de tiempo para bloggear últimamente, tenemos nuestros triálogos abandonados.
bss
Lo siento, ya he solucionado (creo) el problema... A ver qué tal.
La verdad es que yo también llevo unos días medio desconectada (excepto ayer que me apetecía escribir algo y aproveché un ratito que tenía).
Un beso para los dos, muacs!
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