viernes, 19 de septiembre de 2008

Es curioso cómo se vende la información. Se nos engaña repetidamente, se nos alarma y se nos desactiva. Las bolsas que suben o bajan, parados arriba o abajo, menos o más accidentes de tráfico con más o menos muertos, seguridades nacionales e internacionales inseguras. Todo va bien. No hay crisis. El caos del control. Balones fuera. Spanair es la responsable, el gobierno es el responsable, la oposición es la responsable.
Viajar en avión es seguro, las probabilidades de estrellarse son mínimas (no quiero hablar de estadística). Gracias a los exhaustivos y minuciosos controles, los viajes son más seguros y cómodos, aunque no puedas dar de comer a tu bebé, aunque te dé un jamacuco por la dichosa glucosa (que AirEuropa ya te dará un caramelito), aunque debas invertir en el aeropuerto para que no te deshidrates. El follow me que te controla. Desconecten sus teléfonos móviles, si desean encender cualquier aparato electrónico por favor, pongánse en contacto con el personal de vuelo. Les rogamos presten atención a las recomendaciones que a continuación les vamos a indicar, por su seguridad.

Y ahora te enseñan el vídeo del accidente, las conversaciones entre el personal del aeuropuerto, restos del avión. La noticia es la noticia. Y muchos muertos son noticia. Y las discusiones peregrinas son noticia. Y la noticia vende.

Pasar a la otra vida puede acontecer en cualquier lugar, en cualquier momento, por cualquier causa. Desde que se accidente tu avión, hasta por tropezar con el bordillo de la acera, pasando por caerte en la bañera.

Vivía en un séptimo piso y nunca me dió miedo el ascensor, ni el balcón de la terraza. Me gustaban y me siguen gustando las alturas, tanto que hubiera sido piloto (San Javier no quedaba tan lejos).

Me encanta volar, me encanta cuando despegas y cuando aterrizas, las turbulencias. Los hormigueos en la barriga (flugzeugue im meine bauch). Ver la tierra desde arriba, cómo se acortan las distancias. Allí arriba, lo terrenal se difumina.

Si el avión se cae, adiós. Pero repito que podría caerme y golpearme la cabeza con un bordillo, no sería la primera que de esta forma diría también adiós.

Hoy que vuelo.

5 comentarios:

ETDN dijo...

Hay momentos en que una se avergüenza de ser periodista. De que llamen periodismo a eso. De ver los programas de la tele, los titulares de algunos periódicos.

Vivir es asumir riesgos. La vida es azar, aunque nos cueste asumirlo. Cada vez somos más exigentes pero menos responsables. Hay que buscar culpables o sentirse víctimas.En fin.

(leí tu comentario en el blog de Ignacio, gracias por agradecerme las críticas, jajaja. ¡Espero las tuyas!, jajaja)

besos para ti y para Ignacio, si lee esto

eldiaridekafka dijo...

Como dice Ignacio, cada vez nos buscamos la vida más cómoda. Así se nos vende y así lo exigimos. Y nos acomodamos.

Es una pena que vendan las desgracias hasta el punto en que lo ridiculizan; quitemos el ejemplo de Barajas y pongamos el caso Neira y todo el circo que se formó. Me indigna que se frivolice. Una cosa es dar a conocer una noticia y otra es desmembrarla y exhibirla.

Sin embargo, no te avergüences del periodismo, sería como si yo me avergonzara de la medicina, por casos como el de Mengele o aquel cirujano que se dedicaba a dejar su firma en la piel de sus pacientes (la libertad de uno empieza donde acaba la del otro).

Saludos.

Por cierto, agradecidísima por tus comentarios, como siempre.

PD: por cierto, habrá que animar de alguna forma a Ignacio a que continúe...

eldiaridekafka dijo...

Por cierto, cuánto por cierto...

__ dijo...

Ignacio os lee tarde pero siempre os lee, porque ya sabéis que os quiere mucho.

Y sobre todo os agradezco vuestras palabras sinceras, que hacen brotar lágrimas, porque yo no sé si vosotras os conocéis, pero a mi no deja de maravillarme que tres personas tan distintas y distantes en sus vidas reales, seamos capaces de mantener esta sencilla conversación en este recóndito rincón del mundo virtual que nos gusta tanto (si, nos gusta mucho, diari de kafka, muchísimo) y seamos capaces de hablar de la vida sencilla (reitero sencilla), de sentimientos o de experiencias, sin la necesidad de prostituir noticias como la del lamentable accidente aéreo o recrearnos en las circustancias dramáticas que envolvieron al pobre Neira.

Para mi es sorprendente que podamos hacer esto, sin más pretensiones, sin búsqueda de beneficios o recompensas, sin más.

¡Qué diferentes a los periodistas! ¿verdad?

Muchos besos, Ignacio

eldiaridekafka dijo...

Hoy soy yo la que lee tarde, un fin de semana ajetreado...
Con otro vuelo de por medio, colecciono puntos...
Por cierto (me repito), qué casualidad, en el viaje de ida nuestro vuelo se retrasó porque, según me dijo el pobre tipo del mostrador, hubo una avería. Luego vino a buscarme con una blanca y sudada cara de "metí la pata" y me comentó "sólo era un problema con la rueda y ya la han cambiado, pero no pasa nada, que no es ningún problema grave".
La crispación...

PD: da gusto hablar sin mayores pretensiones, como dices...

PD2: personalmente no nos conocemos ETDN ni yo. Seguramente es más fácil que viviendo vosotros dos en Madrid hayáis coincidido...