Cuando te asomas por la ventana
y ves que puedes coser el sudoeste con el noreste,
mezclar un ácido con una base sin que reaccionen,
unir vapor a un sólido
o viajar al futuro desde el pasado,
puedes caer en el error de creerte un ser omnipotente.
Aunque desde luego, si lo logras lo eres...
3 comentarios:
¿Y quién quiere ser omnipotente?...
Mejor no saberlo todo, no poderlo todo.
Así, cuando las cosas llegan, sin pensarlo, sin saberlo, por sorpresa, se disfrutan más.
Sólo tras muchas derrotas se puede saborear la victoria.
bss
pd.- aquí ya se acabó el verano, sobre todo por las noches, aunque los días mantengan la ficción del calor.
Más de uno conozco yo que quisiera serlo (incluso alguno cree que lo es, que es lo peor).
Estoy contigo que conocerlo todo le quita a la vida el componente de emoción.
Otros besos.
PD: aquí también se acabó, ya me tengo que tapar por las noches. Ya queda menos para el siguiente.
¿Y quién quiere saborear la victoria?
Sólo el perdedor llega a entender que no sabe nada de la vida y por eso es infeliz.
De lo que comentas, lo que más me gustaría es poder viajar al pasado, ya que ir al futuro me daría mucho, muchísimo, miedo.
Más besos, Ignacio
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