sábado, 19 de julio de 2008

Guardia o el subconsciente

Lo acabo de confesar, hace apenas unas horas, sí señor. Porque uno o una no se puede callar. El subconsciente te delata. Al final, las palabras te traicionan, se escapan. Y tú ves cómo fluyen. Incluso se podría decir que las ves escritas en el aire. Pero no las puedes borrar. Ya quisieras. Incluso a veces se escapan por tu boca frases cuyo contenido desconocías y no creías que anduviese flotando en tu mente, recorriendo tus neuronas, despolarizando canales y liberando neurotransmisores.

La versión subrepticia y fisiológica de un detector de mentiras (me gusta más así que polígrafo, campechana que es una).

En el pasillo y a grito "pelao". Sí, señor. Desde hace más de 20 días que me lo repite, la misma pregunta. Incluso con vacaciones de por medio. "¿Y que siempre estás de guardia?" (cancioncilla mallorquina socarrona, no olvidemos). "Estas enfermeras de hoy en día..."

"Las guardias las hago porque me quiero comprar un yate de 15 metros de eslora. Con lo ahorrado, ya tengo 5,72 cm de esos 15 metros." (cancioncilla mallorquina socarrada, para no desentonar).

Se ríe y yo más. ¿Que hago yo, enfermera que soy, con un yate?

No hay comentarios: