miércoles, 7 de enero de 2009

Me pongo en huelga y no leo más. No se trata de esconder la cabeza, pero me fastidia. El suicidio, un tema demasiado serio, se ha vuelto un tema recurrente, de moda, el gancho. Me llega un correo con catálogo sobre novedades editoriales, como no, la historia de una de ellas parte de un suicidio. Escritores que se suicidan ayer, hoy, mañana... Muy poético, muy romántico, muy provechoso...

No leo más. No escribo más.

1 comentario:

__ dijo...

Lo de no leer lo entiendo, lo de no escribir me dolería.

La Torres gana el Nadal con las conversaciones imposibles más allá de la vida. Si quieres vida, lee los tres libros de la autobiografía de Terenci Moix, si quieres leer vida tienes las Memorias de un nómada de Bowles, si quieres vivir hay gente loca como Jess Franco, gente cuerda como Savater o gente normal, de a pie, como tú, a la que leemos todas las noches, antes de acostarnos, a la que descubrimos post fantasmas sobre los que se van y los que se quedan, y, como comprenderás, si dejas de escribir, apagarás una vela que acabábamos de encender en nuestra vida.

Que les den por culo a los que quieren morir (sorry), que sólo buscamos aferrarnos a esta vida corta, bella y cruel, para reír y llorar, para hablar y callar, para pensar y soñar, para vivirla, que es lo único que tenemos.

Quita la última frase, plis, que te necesitamos.

Besos y abrazos, Ignacio