lunes, 8 de junio de 2009

Superposiciones

Me encontraba así, tumbada a la bartola





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y como un espejismo, por el calor o por el sol, las letras se tornaron verdad, y el mar salado se convirtió en agua dulce y de las páginas saltaron naves que empezaron a surcar estas aguas sorprendidas. Falucas y otras embarcaciones apoderándose de la realidad





mientras se colaba por los auriculares una canción desconocida y que nada tenía que ver

2 comentarios:

__ dijo...

Momento único y canción maravillosa. Me encanta ese mar que te embauca...
Besos, Ignacio

eldiaridekafka dijo...

Mucho mar, mucho...