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y como un espejismo, por el calor o por el sol, las letras se tornaron verdad, y el mar salado se convirtió en agua dulce y de las páginas saltaron naves que empezaron a surcar estas aguas sorprendidas. Falucas y otras embarcaciones apoderándose de la realidad
mientras se colaba por los auriculares una canción desconocida y que nada tenía que ver
2 comentarios:
Momento único y canción maravillosa. Me encanta ese mar que te embauca...
Besos, Ignacio
Mucho mar, mucho...
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