domingo, 25 de abril de 2010

Minilibro III de III : Conclusión final

Te escribo otra historia en menos de un minuto, más o menos, así, sin pensar, una, dos y tres, y alehop.

Una historia con principio, con relleno y final. ¿Ves? Es fácil, se escribe sola, yo ni escribo, es el teclado que se mueve. Pero quien quiere escribir soy yo, y tú quieres la historia, yo sólo necesito escribir. ¿Ves? Ya casi está la historia, pero pasa el minutero, Cuando quiera, puedo parar y decir, hasta aquí. Me paso del minuto y ya tengo una historia, quiero escribir.
Sí, te cuento otra historia, ya no quiero leer, todo es lo mismo. Se repiten, una y otra vez. Y es que creo que ya está todo de sobras escrito. Buscan, buscamos, originalidad.
Craso error, las historias pierden su encanto. Frases absurdas, ideas delirante, cacofonías escatológicas... Se suceden unas detrás de otras. Pero venden y sustentan a quienes lo escriben. Bien, pero ya no leo, sólo oigo las voces de las señoras del pasillo, intentando recordar aquel gran libro que nadie pudo superar

1 comentario:

cinta dijo...

cuál es ese libro?