jueves, 22 de octubre de 2009

¿No te aburre, siempre lo mismo?... Palabras vacuas, sintaxis forzada, gramática apesadumbrada. Físicas imposibles, corolarios imprecisos, axiomas diluidos. Anglicismos demodé y fórmulas alteradas.
La jugada de lo oculto ya no se sostiene, o porque le falla una de las patas o porque la base es inestable, auténtica arena movediza.
Siempre es mejor una retirada a tiempo, por el pundonor, ya sabes. Fue bonito mientras duró (lo que nunca existió). Mensajes encriptados en sinfonías diversas que nos han hecho sufrir (al menos a esta parte). Me arrepiento de confesar, como siempre, que lo echaría de menos (ya lo hago). Pero no juego al póker (odio los faroles) ni al billar (detesto las bandas). En realidad, me gustan el juego y el trigo limpio. Y aquí asoma algo de los bolsillos, o de las mangas.
Seguiré leyendo tus palabras con la misma avidez de siempre, sin nada más, aséptica (ya sabes que, por otra parte, me viene impuesta; será por los olores poco tranquilizadores de mis lares). Tan transparente como siempre, sin necesidad de logaritmos neperianos para calcular un volumen corriente y moliente, sin necesidad de burlas desconcertantes y ociosas (y capciosas) en la seguridad del número superior hacia el número inferior (un plural frente a un singular que bastante tiene que soportar).
Así pues, que te vaya bonito.

PD: me arrepentiré cuando le dé al intro, pero para cuando leas esto ya ni me acordaré.